Mucho se habla en la actualidad del deseo sexual, pero pocos pueden comprenderlo. Según los científicos, este no es solamente una emoción o una experiencia instintiva, sino que además envuelve áreas del cerebro que realizan tareas intelectuales, razón por la cual es un fenómeno muy personal, muy subjetivo y de gran complejidad.

Las causas del deseo sexual, más que químicas, estarían en el plano psicológico y del intelecto, lo que discrimina una solución hormonal en favor de enseñar a las personas a relacionarse más libremente, sin excesivos juicios sobre sí mismos o los demás.